"No pinto para decorar,

sino para transformar"

Entre las pertenencias que le dieron al morir su padre habitante de calle, del cual no tenía contacto, se encontraba un cuadro y aún sin saberlo,  esto fue lo que posteriormente marcaría su camino con el arte.Llevaba en tratamiento varios años por varias experiencias personales, no sabía que el arte sería su terapia a  partir de ese momento...
no solo observó aquel cuadro, sino que también observó unas pinturas que le dejó años antes de morir y que nunca antes había parado a mirar.También, al cabo de un tiempo, contactó con su familia paterna que no conocía y tras descubrir a una saga de artistas en ella, la llevó a un punto de inflexión que la impulsaron en su creación artística.
Los colores de sus cuadros a menudo fuertes y expresivos, las formas imperfectas o inacabadas y la espontaneidad de sus trazos, nos hablan de la imperfección como parte de nuestra identidad humana, de la libertad del ser, o de la luz por encima de la oscuridad.
En la actualidad Alejandra, es una pintora activa, haciendo crecer su colección artística, con un toque personal único, e incorporando nuevas formas de expresión que la hacen destacar en la pintura de la figuración contemporánea.
Para Alejandra, "Un Castillejo no busca decorar sino transformar."
Es por esto último, que cree firmemente en que el arte tiene un gran impacto en la transformación y mente humana.